ASOCIACIONES DE MÉDICOS CATÓLICOS

Las asociaciones de médicos católicos son un instrumento útil para servir a la Iglesia, a los médicos y a los pacientes. A diferencia de lo que sucede en la sociedad civil, la Iglesia católica no obliga a sus miembros médicos a estar asociados entre sí. Ello no es óbice para que, desde hace mucho, se hayan creado asociaciones en ciudades, regiones, países, continentes (v.g. FAMCLAM en latinoamérica)y en todo el orbe (FIAMC), y que sean bendecidas por los obispos y por los papas. Los últimos papas han recibido a menudo a los médicos católicos organizados.

Una agrupación de médicos católicos puede nacer de un puñado de médicos que se reúnen periódicamente para rezar, hablar de ética médica y apoyarse mutuamente. La figura del asistente eclesiástico es básica y será él quien asesore decisivamente en los temas más espinosos y quien les predique y celebre la eucaristía. El grupo puede reunirse en un hospital, una universidad, una iglesia, la consulta de algún médico, un hotel o en cualquier otro lugar idóneo. Algunas asociaciones poseen sede propia.

Como los seres humanos tenemos dones diversos, alguno de los médicos (o médicas) servirá para dirigir, otro será muy bueno para comunicar a los demás colegas o al público en general, otro buscará la manera de ayudar a los más necesitados…

Con el tiempo el grupo se estructurará legalmente, con estatutos civiles y eclesiásticos, y con distribución de tareas. En la mayor parte de países y, por supuesto en la Iglesia, se acepta el derecho humano de asociación. Somos seres sociales y así se reconoce en legislaciones de todo tipo. Los estatutos canónicos son aprobados por el obispo o conferencia episcopal del lugar donde vaya a trabajar la nueva asociación.

Existe la tradición de encomendarse a los santos patronos de los médicos (Lucas, Cosme, Damián) o a algún santo médico, como santa Gianna Beretta. Algunas asociaciones llevan precisamente el nombre del santo protector: ¡es un detalle exquisito de comunión de los santos, entre el pasado que no cesa, el presente y el futuro.

Desde hace un siglo se ha visto que es muy útil que las asociaciones se agrupen por países, por continentes y que exista una federación internacional que sea testigo de la unión de todos los médicos católicos del mundo. Una de las maneras de trabajar de las agrupaciones es el congreso. Allí se estudia, se debaten legítimamente las cosas que se puede debatir (quien dice lo que está bien y lo que está mal es Dios mismo en los mandamientos y el Magisterio de la Iglesia), se comunica a la prensa, se invita a médicos de otras confesiones, se reza, se busca la manera mejor de servir a la vida y a los pacientes, se distribuyen publicaciones científicas, se hacen amigos, se hace también turismo.

Los médicos católicos organizados ayudamos a toda la Iglesia y al progreso de la profesión médica de maneras muy diversas. Hoy en día, con las nuevas y fáciles comunicaciones, utilizamos Internet para difundir sana doctrina y sabios consejos de salud, colaborando en la medida de lo posible con las autoridades sanitarias civiles y con la pastoral de salud de la Iglesia.

Dr. R. P. (Barcelona)

http://www.fiamc.org/institutional_information/statutes-statuts/

http://www.fiamc.org/news/nueva-asociacion-%C2%A1honduras/