ALGUNAS SUGERENCIAS del beato Dr. Pere Tarrés RESPECTO al APOSTOLADO ORGANIZADO

1 .- ¿Qué necesita el apóstol?

Apóstol: Hombre de corazón encendido, de espíritu llameante, prudente como la paloma y astuto como la serpiente.
Es condición preliminar, para ejercer de apóstol, haber conseguido hacerse respetar en lo puramente profano.
Conquista: La primera alma que hay que conquistar es la propia. Hay que conquistar el corazón inconsciente de cada pueblo.
Constancia: Un punto fundamental para asegurar el éxito de la obra.
Deber: En su cumplimiento, el del deber cotidiano, constante, monótono, incluso abnegado, está nuestro campo vastísimo de acción, de verdadera y eficaz acción católica.
Es la pieza tejida con infinidad de iniciativas, ideas, realidades de actuaciones irreconocidas, de sacrificios, de renuncias, de oraciones, todo movido bajo el impulso de un ideal: la salvación del mundo.
Fundamentos de la actividad humana: Constancia y perfección. Mejoramiento progresivo de los actos o disciplinas que se impone.
Héroe: Lo será quien actúe constantemente hasta el fin, aunque su trabajo en la organización quede en la oscuridad.
Patriotismo: Calidad esencial inherente al alma de todos los pueblos … es como una virtud más del alma que Dios infunde a todos los hombres … representa el amor a la tierra en todos los aspectos … a todas aquellas características que la distinguen y que hacen que esa sea su patria: no otra. Y que, si dejara de poseerlas, dejaría de serlo. Nosotros, … tendremos que avergonzarnos de amar nuestra patria? El buen Dios … nos la ha dado por patria nuestra. Pero, nuestro patriotismo es puro, purísimo.
Pureza o castidad: La pureza de la juventud es la más firme garantía del futuro de la patria. A los ojos del mundo es tenida como algo vil, degradante y despreciable. El ambiente enrarecido de tufo lujuriante ha conseguido arrinconar en el corazón de unas pocas almas. La impureza es la gran llaga del cuerpo.

2 .- Instrumentos de actuación

Acción: Factor formativo trascendental de las selecciones. No hay nada que seque tanto el espíritu como la vida de acción: no hay nada más peligroso para un alma que lanzarse a una actividad desmedida, sin control, sin el rocío suavísimo de una intensa vida interior, aun con las mismas obras de apostolado para la Acción Católica.
Armas: El sacrificio junto con la oración constituyen las dos más poderosas armas de apostolado. La Comunión es un arma invencible.
Comité Directivo: Serán candidatos exclusivamente los militantes asistentes asiduos de los círculos de estudios, de vida interior profunda y de conducta pública y privada ejemplar. Nunca los arribistas.
Círculo de Estudios: Trabajo constante de investigación hecho por uno mismo.
Grupos: La actividad y la vitalidad interna y externa de los grupos es lo que da vida a la FJC. El grupo aislado se muere. No es una peña donde unos mandan y otros hacen de oposición. Deben ser una colmena de abejas donde cada militante deje la miel de su compañerismo, de sus iniciativas, de sus gestiones y trabajos. Deben convertirse en verdaderos focos donde quemen constantemente el amor a Dios y a la Patria. Tienen que trabajar siempre sobre hechos concretos. Deben llevar una orientación definida. Cada mes tienen que enviar una nota de su actividad al Secretariado General.
Secciones: Son el medio para incorporar la masa de muchachos al grupo. Deben ser bien controladas y dirigidas por los militantes.
Dejemos que una sección funcione sin el control directo, sin intervención activa de los militantes y pronto veremos el desmembramiento del grupo.
Congreso: Preparamos el Congreso. Que sea el tema de nuestras conversaciones, de nuestros círculos de estudios y de las reuniones generales. Invadamos la prensa comarcal. Vivamos un solo pensamiento: El Congreso. Tengamos una sola obsesión: el éxito del Congreso. Juntamos a nuestras oraciones una plegaria por la eficacia apostólica del Congreso.
Militantes: Ante todo conviene formar dirigentes de las futuras masas. Hay que estudiar los puntos fundamentales de la técnica de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña (FJC). Hay una minoría selecta en cada grupo. El trabajo de formación es largo, representa un cedazo que asustaría otras organizaciones. Hay constancia. Los dirigentes deben ser oro puro, sin mezclas, forjados en la práctica de todas las virtudes cristianas.
El militante tendrá muchos desengaños: cuando menos se lo pensará, aquél o aquellos miembros de las secciones respectivas lo harán sufrir y le pagarán con el desprecio y la indiferencia todo lo que habrá llevado a cabo por ellos.
Sacerdotes: Amad a nuestros sacerdotes que son los más grandes amigos que tenemos los jóvenes. El clero se ha hecho carne de nuestra carne y vida de nuestra vida.
Nosotros estamos plenamente convencidos de que sin la colaboración del Consiliario la obra de la FJC habría muerto.
El hombre ungido sacerdote es el pararrayos de la justicia divina .
Si de la Federación tenía que salir un solo sacerdote ya valía la pena de ser creada.
Disciplina: Debe ser libremente aceptada, vigorosa y perseverante; indispensable y base de toda organización; forjadora de hombres libres; secreto de nuestros éxitos; hace hombres de ideal.
Entusiasmo: Calidad esencialmente indispensable en toda organización que aspire a la conquista de grandes masas. Es vida, es amor, es audacia, es talento, es, en una palabra, potencia creadora. Es indispensable que los dirigentes vivan un entusiasmo penetrante, incisivo, tumultuoso, y que sepan llevarlo a la masa y hacerle sentir el escalofrío de la emoción.
Ejemplo: El ejemplo nos ha perdido; pero el ejemplo nos reivindicará.
Éxito: El éxito de las grandes organizaciones consiste en el equilibrio entre cada uno de los elementos que las mueven, aunque sea el más insignificante.
Financiación: Los déficits de los grupos hay que secarlos y secarlos bien, y en su caso forzando sacrificios individuales.
Los católicos están poco acostumbrados a cotizar. Lo que gastamos en cualquier menudencia, nos parece una enormidad cuando se trata de destinarlo a una obra de acción católica.
Fundamentos de la actividad humana: Constancia y perfección. Mejoramiento progresivo de los actos o disciplinas que se impone.
Heroísmos: Tirar a trabajar por la causa de Cristo en comarcas paganizadas, materializadas y llenas de concupiscencias. En Cataluña todos los valores han quebrado (se podría decir de muchas áreas de Occidente).
Organización: Nuestra consigna queda reducida a una palabra sola: Organización.

Nuestro lema: Organización. Nuestra obra será potente en la medida en que la tendremos organizada y en la medida que los múltiples anillos de que se compone sean buenos.
Selección: Su única justificación es ser fermento de la masa.

3 .- Tropiezos

Capillita: El espíritu de capilla es uno de nuestros defectos raciales y ha llevado a la ruina a organizaciones magníficas. No es otra cosa que la exageración en grado superlativo de la estimación de nosotros mismos, lo que se traduce en orgullo o soberbia. En la F.J.C. debemos evitar incluso la posibilidad de capillas.
Individualismo: Todo lo carcome.
La fuerza del ambiente: Es necesario que desaparezcan los católicos vergonzantes.
Alabanzas: Es bueno merecerlas, pero es mejor aún saberlas rehuir.
Medianías: No llevarán nunca a cabo ninguna empresa. No podemos conformarnos con lo indolente. “Ir tirando” …. el talento asociado a una voluntad firme es lo único que levanta los pueblos y robustece su espíritu.
Ocio: Signo de muerte.

4 .- Objetivos

Defectos de juventud: Los conocemos y venimos a desterrarlos.
Los “sin Dios”: En nuestro han dado la cara. Nadie los persigue. No importa que vayan contra toda moral. Que hace que luchen contra todas las cosas del espíritu y que las derriben. Nuestro pueblo sufre los efectos nocivos del olvido de Dios, del odio a Dios.
F.J.C.: No somos una organización de lucha. Nuestro combate es contra el peor enemigo: cada uno de nosotros.
No venimos a constituir centros para ir a jugar o pasar la tarde. Venimos a formar hombres útiles a la patria. A defender los intereses de la Iglesia católica. Perseguimos la vigorización moral de Cataluña y la formación integral más perfecta posible del joven según las directrices de la Iglesia: espiritual, cultural y físicamente.
Nuestra obra necesita por su triunfo construir un organismo que pueda controlarse ampliamente con todos y cada uno de sus múltiples engranajes.
La F.J.C. vuela por encima de todas las cosas para que los hombres se den cuenta de que Jesús es el centro, el imán de las actividades del mundo. Quiere que todos los hombres reconozcan esta piedra angular contra la que se estrella el entendimiento de tantos y tantos orgullosos.
Mojón: La recristianización del mundo. Frente al enturbiamiento de tantos hombres hay la nítida pureza de nuestras almas transparentes y rectas; frente al odio, los rencores y las venganzas, la más solícita caridad; ante la tiranía de tantos, la santa libertad de los hijos de Dios.
Ideal: Nuestro ideal nos hace ser héroes, audaces, valientes, optimistas, convencidos del triunfo de nuestra causa. Lo ideal es el motor, es la fuerza irresistible que lleva a las voluntades …
Ningún patrón de perfección, empero, supera el ideal que debe poseer todo cristiano que se gloría de ser discípulo de Cristo: El ideal de Dios. El ideal del conocimiento de Dios, de la posesión de Dios, del amor sublime a Dios.
Incrédulos: No debemos apartarnos de aquellos que no creen ni piensan como nosotros.
La táctica del apartamento conduce a la esterilidad, a la creación de odios, de luchas ideológicas y de luchas de clase.
Mundo: El mundo sin Dios no es nada.
Obra de juventud: Para realizar un trabajo fructífero hay que saber las dificultades que nos encontraremos, el ambiente con el que habrá que luchar, el estado moral y social de los diferentes tipos de jóvenes.

http://www.fiamc.org/bioethics/pere-tarres/