Acerca de la campaña de propaganda de esterilización a partir de los dieciséis años propiciada por el Ministerio de Salud de la Nación

Dra. Elena Passo

Presidente del Consorcio de Médicos Católicos de Bss. Ass.

El Ministerio de Salud de la Nación de la República Argentina, ha lanzado una campaña de propaganda de esterilización a partir de los dieciséis años de edad.

En uno de los flyers utilizado para la difusión figura que: “A partir de los dieciséis años, se puede acceder gratis a métodos anticonceptivos permanentes: ligadura y vasectomía” y que “Ningún servicio puede negar la atención por la edad, por no tener DNI (Documento Nacional de Identidad) o por ningún otro motivo”.

La vasectomía y la ligadura tubaria son procedimientos quirúrgicos ( no exentos de eventuales complicaciones como cualquier procedimiento invasivo) que implican consecuencias irreversibles sobre la reproducción humana. La irreversabilidad es en términos estadísticos sumamente alta.

Para el ser humano -tenga la edad que tenga- la esterilización es un procedimiento que aniquila una parte fundamental de la persona: su capacidad de transmitir la vida. Se aniquila en la persona humana su proyección personal, la capacidad de trascender a la propia finitud y la de seguir, de alguna forma, viva en el propio hijo.

Nos guste o no, lo aceptemos o no, nuestra condición humana está creada de esta forma y esto tiene un fin: la supervivencia de la especie.

Es por eso, que acceder a la práctica de un procedimiento de esta naturaleza, implica un quiebre dramático para el ser humano, en cualquier etapa de la vida, pero aún más en la adolescencia, ante la cual el futuro debiera presentarse con generosidad.

¿Este eslogan de promover la esterilización como “panacea” es una acción de generosidad o es una perversión más del sistema?

¿Como sociedad, pensamos que el mejor mensaje que le podemos dar a los jóvenes es: a partir de hoy tienen el “privilegio” de la esterilización?

Eso sí, gratuita.

En un país de escuelas tomadas por sus propios estudiantes y en el que el objetivo de muchos jóvenes es el Aeropuerto Internacional de Ezeiza: ¿Pensamos realmente que esta campaña soluciona algo? ¿O es una muestra más, de nuestra progresiva decadencia?

¿No tendríamos que brindar a nuestros jóvenes, mejores opciones en educación y en salud, para que elijan crecer y vivir en un país, cuya realidad acompañe el desarrollo integral de todos, acorde a la dignidad humana?

Tengamos metas trascendentes y trabajemos todos juntos para construir una sociedad más sana. Una sociedad donde los niños sean valorados por lo que son y puedan nacer en paz; donde los jóvenes puedan vivir con alegría y plenitud una etapa tan hermosa de la vida, con la esperanza de un futuro mejor y sobre todo, una sociedad en la que los adultos asumamos con responsabilidad, la realización de la tarea que nos corresponde: la de dejar un mundo mejor.

Un mundo más sano, en el que se respete la vida y la integridad de todos.