BIOÉTICADELIBERACIÓN EN EL COVID 19

La pandemia del COVID 19 ha hecho aflorar algunos problemas bioéticos .

La Bioética se define como “la salvaguarda de la prudencia y responsabilidad para épocas difíciles, para las circunstancias que amenazan a lo humano” y  reflexiona sobre los avances científicos y por la repercusión de las últimas tecnologías que se han desarrollado sobre el origen de la vida ( herencia, manipulación genética, clonación, reproducción asistida, anticoncepción, derechos del menor) y también al final de la vida, (soporte vital, redefinición de la muerte, trasplantes, ingresos en Unidades de Cuidados Intensivos).

La Bioética es un camino necesario a recorrer. Hay que integrar los valores en la toma de decisiones para mejorar la calidad de los actos médicos. Paul Ricoeur filósofo y antropólogo (1913-2005) dice que la ética es “la mirada de una vida buena, con y para los otros”.

Todo médico y sanitario  tiene que explorar, diagnosticar, pronosticar y tratar, pero además debe “integrar los valores en la toma de decisiones con el fin de mejorar la calidad de los actos médicos”.Hay que poner guías a los cambios tecnológicos excepcionales que vivimos. Es necesario deliberar. Todo paciente merece compasión, respeto y prudencia.

PAUTAS DE DELIBERACIÓN

La Real Academia la define  como “la consideración atenta y detenida de los pros y contras de los motivos de una decisión antes de adoptarla y la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos”.

Las éticas de la deliberación datan del sociólogo  Max Weber (1864-1920),  pero ha sido D. Gracia quien las ha adaptado a nuestra realidad sanitaria y social.

Se recomienda capacitación académica reconocida para asumir las responsabilidades de los temas que se debaten. Distinguir entre información y conocimiento reglado de los deliberadores. Capacitación académica reconocida para asumir las responsabilidades de los temas que se debaten. Buena voluntad y búsqueda de la verdad. Cierto grado de humildad y modestia intelectual. Capacidad de  persuasión. Deseo de entendimiento y comprensión de la situación, para lo que se precisa una información total y objetiva. Escucha atenta e intercambio de opiniones y argumentos, es decir deseos de empatizar y dinamizar. Respeto a los otros cuando se esté en desacuerdo y tener claro que la discrepancia no debe interpretarse como enemistad. Se precisan conocimientos, habilidades y ciertos rasgos de carácter es decir talento y talante.  Ausencia de actitudes manipuladoras o coactivas que pervierten el debate. Es preciso la virtud de cada uno y la prudencia de todos, convirtiéndose en un proceso educativo continuo. Cooperación y colaboración en equipo (confianza, sinceridad, lealtad, sentido de grupo). Análisis público y crítico de los puntos de vista. Búsqueda  de consenso legítimo y aceptación de disenso justificado. No asumir la infalibilidad e inmutabilidad de las decisiones tomadas. Ajustarse al marco legal vigente, aunque la ética pueda desbordarlo (no solo hay que aspirar a lo legal hay que aspirar a lo óptimo)

La decisión tomada debería soportar tres pruebas:

La prueba de la legalidad ¿es legal la decisión?;

 De la publicidad ¿estarías dispuesto a defenderla públicamente? 

De la consistencia temporal ¿tomarías esta decisión caso de esperar algunas horas o unos días?. 

Gracia, admirador de Aristóteles, indica que  “la verdad no es tanto algo que se alcanza o se posee, cuanto un camino, un modo de ser o de vivir en continua e inagotable búsqueda” 

Albert Camus, ensayista, filósofo y novelista(1913-1960) nos dejó una reflexión sobre la ética:

” cuando la ética se diluye en la ideología y entra en la rueda de la política todas las peores opciones son posibles”

                                                         Joaquín Callabed, pediatra