LA RETICENCIA A LAS VACUNACIONES: Un reto para la salud global 

Las vacunas, junto con el suministro de agua potable, representan uno de los mayores  logros de la salud pública en la historia de la humanidad. Han contribuido de manera decisiva a  la reducción de la mortalidad y la morbilidad infantil en el mundo. El éxito de las estrategias de  vacunación depende, en gran medida, de las percepciones de la población sobre los beneficios  y los riesgos asociados. Es necesario un mejor conocimiento de las preocupaciones públicas  sobre las vacunas y de los motivos que las impulsan para desarrollar estrategias y  comunicaciones más efectivas.1  

La reticencia hacia las vacunas puede ser específica del país, de la enfermedad y del tipo  de vacuna. Los motivos pueden ser diversos: la desinformación en las redes sociales, la  desconfianza hacia los profesionales sanitarios, las preocupaciones sobre los efectos  secundarios, las narrativas de la conspiración y los problemas de disponibilidad o accesibilidad.2 

Contexto histórico del activismo antivacunas 

La oposición a la vacunación no es nueva. Ya en el siglo XVIII, con la introducción de la  vacuna contra la viruela, surgieron movimientos contrarios, a menudo liderados por  profesionales sanitarios. Tras una relativa calma durante el siglo XX, los años 70 y 80 vieron un  resurgimiento del movimiento antivacunas, especialmente a raíz de la vacuna contra la tos  ferina. Sin embargo, el punto de inflexión se produjo en 1998 con la publicación fraudulenta del  estudio de Andrew Wakefield en The Lancet, que vinculaba falsamente la vacuna contra el  sarampión con el autismo.3

Con la llegada del siglo XXI, los movimientos contrarios a las vacunas han sabido  aprovechar las redes sociales y otros canales digitales para difundir mensajes de desinformación  y crear comunidades de desconfianza hacia la ciencia y las instituciones sanitarias. La  Organización Mundial de la Salud (OMS) define la reticencia vacunal como: “el retraso en la  aceptación o la negativa a vacunarse a pesar de la disponibilidad de los servicios de vacunación”,  y la clasifica como una de las diez principales amenazas para la salud global. 1 

Los principales determinantes de la reticencia vacunal incluyen: 

1. Influencias contextuales: factores socioeconómicos, religiosos, políticos, culturales y mediáticos, así como la confianza en las autoridades. 

2. Influencias individuales y grupales: experiencias personales, creencias en salud,  conocimientos sobre las vacunas y confianza en el sistema sanitario. 

3. Factores relacionados con la vacuna: tipos de vacuna, modo de administración,  calendario vacunal y recomendación profesional. 

Estas variables pueden tener un impacto positivo o negativo en la actitud hacia la vacunación y,  por lo tanto, deben abordarse con estrategias específicas. La mayoría de las personas reticentes  no rechazan totalmente las vacunas, sino que presentan dudas o vacilaciones y, por tanto, sus  actitudes pueden ser modificables. 4 Estudios recientes indican que la reticencia afecta a un 20%  de los padres de niños menores de 6 años a escala global, aunque el rechazo total es inferior al  3%. 5 Estos datos ponen de relieve la importancia de desarrollar estrategias de comunicación  personalizadas y contextualizadas. 

La existencia de bolsas de población con una cobertura vacunal insuficiente puede provocar  brotes epidémicos, incluso en países que tienen altas coberturas de vacunación, ya que ninguna  vacuna tiene una efectividad del 100%. Por este motivo se recomienda la vigilancia geoespacial  para identificar áreas de riesgo e intervenir de manera proactiva. 

Entre les estrategias para mejorar la aceptación de las vacunas destacan: 6 

1. El papel clave de los profesionales sanitarios: 

Los profesionales de la salud son la fuente de información más fiable. Una recomendación firme  y empática puede ser determinante para incrementar la aceptación vacunal de una gran parte  de la población. Es necesario formar a los profesionales para que respondan con rigor científico  a dudas, mitos y desinformación, mediante una comunicación basada en la escucha activa. 

2. Las intervenciones individuales: 

Aplicaciones móviles, mensajes personalizados y herramientas interactivas pueden mejorar el  conocimiento, las actitudes y las creencias sobre las vacunas, especialmente en poblaciones con  dudas moderadas. 

3. La comunicación poblacional y de salud pública: 

Además de las campañas masivas, los recordatorios automáticos vía SMS, correo electrónico o  teléfono han demostrado ser útiles para aumentar la cobertura de vacunación. Paralelamente,  es necesario combatir activamente la desinformación, que a menudo se propaga con más fuerza  que la información veraz, mediante estrategias fundamentadas en la evidencia científica.

Riesgos futuros y escenarios de predicción 

El impacto de la no adherencia a la vacunación va mucho más allá de la salud de la  población, puesto que también representa una carga para los sistemas sanitarios, la economía  y la salud pública global. Un estudio realizado en EE. UU. por investigadores de la Universidad  de Stanford advierte, 7 mediante modelos predictivos, que una disminución del 10 % en la  vacunación de la triple vírica podría provocar la vuelta del sarampión como enfermedad  endémica en solo 5 años, y de la rubéola en 18 años. Este escenario muestra la necesidad  urgente de preservar y mejorar los programas de vacunación, especialmente en un contexto de  desinformación creciente, crisis humanitaria y tensiones políticas. 

Conclusiones y posicionamiento 

La Real Academia de Farmacia de Cataluña manifiesta su preocupación por la reticencia  vacunal, que pone en riesgo los logros alcanzados con gran esfuerzo por parte de la comunidad  científica y sanitaria internacional. No obstante, la Institución expresa su firme compromiso con  la promoción de la vacunación como herramienta esencial para mantener la salud pública, y  recomienda: 

Reforzar la formación de los profesionales sanitarios en materia de vacunación y  comunicación. 

Impulsar estrategias de comunicación poblacional contrastadas y basadas en la  evidencia científica. 

Combatir activamente la desinformación mediante campañas coordinadas entre  instituciones sanitarias, educativas y científicas. 

Mantener la vigilancia epidemiológica para identificar áreas de riesgo y prevenir brotes. 

La Real Academia de Farmacia de Cataluña recuerda el papel de los farmacéuticos en el  desarrollo, la promoción, la sensibilización y el asesoramiento sobre la vacunación,  contribuyendo a la eliminación de obstáculos que impiden aumentar las coberturas actuales. 

Finalmente, la Real Academia de Farmacia de Cataluña hace un llamamiento a la sociedad para  que siga confiando en la ciencia y en las vacunas como una herramienta segura, eficaz y esencial  para proteger la salud colectiva. 

Es necesario incrementar la financiación y profundizar en la investigación de las barreras  actitudinales frente a la vacunación, porque las vacunas por sí solas no salvan vidas; son las  vacunaciones las que lo hacen posible

Barcelona, julio de 2025 

Real Academia de Farmacia de Cataluña

Referencias bibliográficas: 

1. World Health Organization. Ten threats to global health in 2019. Geneva: WHO; 2019  [consulta 2025 Jun 26]. Disponible en: https://www.who.int/news-room/spotlight/ten-threats to-global-health-in-2019 

2. MacDonald NE. Vaccine hesitancy: Definition, scope and determinants. Vaccine.  2015;33(34):4161-4. 

3. Wakefield AJ, Murch SH, Anthony A, Linnell J, Casson DM, Malik M, et al. Ileal-lymphoid nodular hyperplasia, non-specific colitis, and pervasive developmental disorder in children.  Lancet. 1998;351(9103):637–41. Retraction in: Lancet. 2010;375(9713):445. 

4. Xu Z. Personal stories matter: topic evolution and popularity among pro- and anti-vaccine  online articles. J Comput Soc Sc. 2019;2(2):207–20. 

5. Abenova M, Shaltynov A, Jamedinova U, Semenova Y. Worldwide child routine vaccination  hesitancy rate among parents of children aged 0–6 years: A systematic review and meta-analysis  of cross-sectional studies. Vaccines. 2024;12 (1): 31. 

6. O’leary ST, Opel DJ, Cataldi JR, Hackell JM, Campbell JD, et al. Strategies for improving vaccine  communication and uptake. Pediatrics. 2024;153(3): e2023065483. 

7. Kiang MV, Bubar KM, Maldonado Y, Hotez PJ, Lo NC. Modeling reemergence of vaccine eliminated infectious diseases under declining vaccination in the US. JAMA 2025;333(24):2176- 87.


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